jueves, 7 de febrero de 2013

7 de febrero de 2013

Hoy hemos pasado el día tranquilos: los alumnos han comenzado a volver a las aula, aunque no todos y Bayenga parecía estar en la normalidad, cuando me llaman para decirme que los rebeldes podrían estar buscando una persona en Bayenga... y que los militares que se encuentran en km 51 están aumentando en número y arrestando a civiles, quizás para interrogarlos sobre los rebeldes...

Parece que Morgan, el jefe de los rebeldes, tiene algún miembro de su familia y algunos informadores en km 51, así que puede ser que los militares estén buscando información.

Mientras tanto la "persecución" continúa, y la violencia se cobra víctimas. Evito descripciones. En la guerra, en mi opinión, se vuelve difícil distinguir el bien del mal, quién actúa bien o quién actúa mal... se entra en un círculo de degradación del ser humano y de sus valores y hay quien se acostumbra a ver la muerte sin pestañear. Es la violencia la que gana una batalla... pero es la paz y el diálogo los que ganan las guerras.

Me llegan noticias diciendo que han cogido (los militares) al director de una escuela de la parroquia cercana a km51...

El nº de desplazados de km 51 aumenta por momentos, huyendo de la armada y de los rebeldes...

En medio de esta tensión son los pequeños gestos de bondad y de humanidad los que se erigen como signos de la presencia del Reinado de Dios, que sigue creciendo casi imperceptiblemente, pero incesante, firme en la pequeñez y en la debilidad... asombroso.

Hoy he visto la solidaridad de varias familias en torno a unos jóvenes padres que han perdido a su hijo sietemesino (aquí no hay incubadoras), profesores y alumnos que reían y dialogaban con normalidad, personas que intentaban reconciliar a dos vecinos que discutían acaloradamente, un grupo de educadores preocupados por el futuro de los jóvenes en nuestro contexto y que se atreven a soñar y a preparar un teatro con algunos chicos...los vecinos que se dan ánimos unos a los otros...

María, Reina de la paz, ora por nosotros y muéstranos el CAMINO de la VIDA.

Mañana iré a otro campamento pigmeo: mamá Veronique ha muerto después de varios días con diarrea y hemorragias anales; eso me permitirá escuchar y acompañar un poco a otras personas y otras realidades.

Hasta mañana.

Andrés

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ánimo Andrés.
Rezamos por vosotros cada mañana desde que Ángel nos contó que lo estabais pasando mal.
Se lo diré al resto de la comunidad mañana en la eucaristía.
Un abrazo desde Granada.