...algunas de las noticias que hemos compartido durante este tiempo de vacaciones.
Tres
años han pasado. Nuestra comunidad ha cambiado. Ahora somos Flavio
(italiano), Evans (keniano) y yo (español); desde junio nos acompaña
también Geoffrey (keniano), que termina entre nosotros su
preparación al diaconado y al sacerdocio con un año de servicio
pastoral.
En
estos años han habido novedades importantes que influyen mucho en
los pueblos que conviven en el área de nuestra parroquia.
Llegada
de empresas mineras que hacen prospecciones y elaboran estrategias
para una posible explotación industrial de minerales (hierro, oro,
…)
Llegada
de la carretera. En este año, 2012, el ministerio de obras públicas
de la RDC (Office des routes) ha conseguido conectar Kisangani con
Wamba.
Estos
dos acontecimientos traen consigo consecuencias para bien y para mal.
Con
la llegada de la carretera, Bayenga recupera su rol estratégico pues
nació en un cruce de carreteras, una de las cuales lleva a una zona
rica en hierro y oro.
Los
pequeños comerciantes del este (Butembo, Bunia,...) vienen a Bayenga
para abrir pequeños depósitos de mercancías, que se convierten en
nodrizas de las pequeñas boticas esparcidas entre las aldeas de los
autóctonos y los campamentos de las minas artesanales de oro,
repartidas por los lugares más recónditos de la selva,
aparentemente en torno a una pequeña cordillera que va del río
Nepoko al río Agamba, atravesando la carretera N-25 a la altura del
km 47.
La
apariencia física de Bayenga cambia a un ritmo fuera de lo común
por estas latitudes:
- Se construyen rápidamente casas con techo de zinc y muros de palos y barro, que albergan las mercancías y a los mercaderes.
- Llegan pequeños generadores con la potencia suficiente para alimentar algunas bombillas y equipos de música y de vídeo que animan las noches del centro del pueblo.
- Las pequeñas parcelas que alojaban ya familias numerosas se aprietan para acoger también a los comerciantes y a los trabajadores del “Office de Routes”.
- Los vehículos de diversa envergadura y tonelaje circulan rápidamente y toman Bayenga como base de carga y descarga...
El
ritmo de vida cambia también, evidentemente:
- Los alimentos que se producían con la agricultura de subsistencia no bastan para tal avalancha de personas. A menudo se tiene el dinero pero no hay qué comprar. Otros no pueden comprar los alimentos porque sus precios se han desorbitado por el aumento de la demanda y porque no pocas personas compran con polvo de oro mal pagado y, claro, quien ofrece menos no puede acceder a los alimentos como los demás.
- Esto ha despertado el comercio de alimentos y ha incentivado a otras personas a cultivar un poco más.
- Las personas que encuentran un poco de polvo de oro en las minas se compran una bicicleta o una moto y así se dedican al transporte de mercancías o hacen de taxistas en “moto-taxi” pudiendo transportar a veces hasta dos o tres personas además del piloto ¡hay que verlos!!!!
- Muchos pigmeos acuden cerca de las minas o también cerca de los comerciantes que se establecen nuevamente en la zona para ofrecerse a llevarles bidones de agua a casa o transportar mercancías para ellos por senderos de selva, kilómetros y kilómetros, y así sacar un dinerillo para comprarse unos pantalones o un vestido, o una radio.
- Aumenta la inseguridad, los robos, la promiscuidad, problemas familiares,...
- Se cuestionan tradiciones, autoridades, modelos de relaciones, propiedades,... y todo de golpe.
A
veces se tiene la impresión de que la gente no estaba preparada para
cambios “tan rápidos” para este contexto. Es como un terremoto
que zarandea todo. Cuando acaba, hasta lo que ha quedado de pie debe
ser retocado.
Es,
por esto, tiempo propicio también para retomar valores, reflexionar,
reconstruir, proyectar... tiempo de aprender del pasado y del
presente para construir un futuro común mejor. A nosotros nos toca
el rol de sembrar esperanza, sacando bien, sacando vida de todo este
contexto desafiante. Ser semillas de resurrección, de Vida Nueva en
Jesucristo, que hace nuevas todas las cosas y saca vida de la muerte.
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