lunes, 11 de febrero de 2013

11 de febrero de 2013

¡Hola, hermanos!

Hoy, día de María (nuestra Señora de Lourdes), os escribo para comunicaros que, en mi opinión, la situación está controlada.

Cierto que queda un poco de histeria colectiva: cuando se ve a alguien desconocido comienzan las preguntas y los correveydiles... de modo que es difícil de apagar este fuego. Cierto, queda saber lo que pasará cuando los militares estén de vuelta, pero también es cierto que se están comportando mucho mejor que otras veces. Los oficiales patrullan y visitan a sus hombres continuamente para evitar excesos, también porque saben que sería ponerse la población en contra y no está el horno para bollos.

Anteayer parece que hubo un rebelde herido o descolgado del resto que pasó por Bayenga, pues parece que tiene algún familiar aquí; pues no veas "radio macuto" cómo funciona....

Pero nada, como os decía, en mi opinión la situación está bajo control.

Sigamos orando, pues no está de más y ya sigo informándoos.

Un abrazo y ánimo, que podamos vivir con intensidad esta cuaresma: que podamos crecer en el conocimiento de nuestro Señor y de su Reinado y en el deseo concreto de servirle desde nuestras debilidades y limitaciones. Más atentos a su Palabra y a sus mociones en nuestro corazón, más atentos a su voluntad y a sus interpelaciones a través de nuestros hermanos... Todo desde la libertad y la serenidad de quien se sabe ya amado, perdonado, escogido... desde la certeza de que nuestro Señor confía en mí, en cada uno de nosotros incluso desde nuestras debilidades.

Un abrazo, Andrés

viernes, 8 de febrero de 2013

8 de febrero de 2013

Esta mañana he estado en Bingo, a 11 km de 51 para informarme sobre el director de escuela que "habían detenido"...

Sí es cierto que los soldados van y vienen desde km 51 a Bingo, para hacer sus investigaciones y preguntar aquí y allí, pero no han detenido a nadie por el momento, sino que han preguntado por el paradero de un rebelde que había sido herido y parecía haberse dirigido a Bingo para hacerse curar...

Evidentemente la gente de Bingo tiene más miedo que la de Bayenga, pues acogieron la primera noche cientos de desplazados que, histéricos, contaban lo que habían visto y lo que habían imaginado. Pero algunas familias habían vuelto ya de la selva, también obligados por la lluvia que este año interrumpe por sorpresa la estación seca cada dos por tres.

Parece que un destacamento de la armada ha entrado en la selva, en dirección del Parque del Okapi para buscar a los rebeldes. Otros, numerosos, patrullan el poblado minero de km 51 buscando pistas, cómplices,... Parece que han detenido a un jefe tradicional de km 47 (otra aldea minera, evidentemente, a 4 km de 51)...

Y, como siempre, sorprendentemente, la vida continúa: los niños, pocos, jugaban por las calles, las madres iban a los campos a buscar algo de mandioca para la tarde, los padres comienzan a cortar algunos árboles para hacer su campo de arroz y de frijoles, algunos maestros enseñan en la escuela, el catequista estaba en la capilla, descansando pues estos días sufre de malaria...

Es un misterio: bien y mal, vida y muerte, juntos, mas siempre, siempre al final vence la calma, la vida, la reconciliación, la reconstrucción, el Reinado de Dios, la bondad...

Es impresionante cuando después del estruendo de fusiles llega la calma y, de seguida, el canto de los pájaros y, poco a poco, las voces de algún niño...

Hasta pronto.

jueves, 7 de febrero de 2013

7 de febrero de 2013

Hoy hemos pasado el día tranquilos: los alumnos han comenzado a volver a las aula, aunque no todos y Bayenga parecía estar en la normalidad, cuando me llaman para decirme que los rebeldes podrían estar buscando una persona en Bayenga... y que los militares que se encuentran en km 51 están aumentando en número y arrestando a civiles, quizás para interrogarlos sobre los rebeldes...

Parece que Morgan, el jefe de los rebeldes, tiene algún miembro de su familia y algunos informadores en km 51, así que puede ser que los militares estén buscando información.

Mientras tanto la "persecución" continúa, y la violencia se cobra víctimas. Evito descripciones. En la guerra, en mi opinión, se vuelve difícil distinguir el bien del mal, quién actúa bien o quién actúa mal... se entra en un círculo de degradación del ser humano y de sus valores y hay quien se acostumbra a ver la muerte sin pestañear. Es la violencia la que gana una batalla... pero es la paz y el diálogo los que ganan las guerras.

Me llegan noticias diciendo que han cogido (los militares) al director de una escuela de la parroquia cercana a km51...

El nº de desplazados de km 51 aumenta por momentos, huyendo de la armada y de los rebeldes...

En medio de esta tensión son los pequeños gestos de bondad y de humanidad los que se erigen como signos de la presencia del Reinado de Dios, que sigue creciendo casi imperceptiblemente, pero incesante, firme en la pequeñez y en la debilidad... asombroso.

Hoy he visto la solidaridad de varias familias en torno a unos jóvenes padres que han perdido a su hijo sietemesino (aquí no hay incubadoras), profesores y alumnos que reían y dialogaban con normalidad, personas que intentaban reconciliar a dos vecinos que discutían acaloradamente, un grupo de educadores preocupados por el futuro de los jóvenes en nuestro contexto y que se atreven a soñar y a preparar un teatro con algunos chicos...los vecinos que se dan ánimos unos a los otros...

María, Reina de la paz, ora por nosotros y muéstranos el CAMINO de la VIDA.

Mañana iré a otro campamento pigmeo: mamá Veronique ha muerto después de varios días con diarrea y hemorragias anales; eso me permitirá escuchar y acompañar un poco a otras personas y otras realidades.

Hasta mañana.

Andrés

miércoles, 6 de febrero de 2013

6 de febrero de 2013

16:28

Hola de nuevo

Esta mañana ha pasado también con normalidad dentro de lo que cabe. Las escuelas no han funcionado, pues desde Wamba lanzaron un comunicado de radio invitando a los directores a suspender las clases hasta nueva orden (bastantes niños y adolescentes escaparon con sus padres), para evitar concentraciones de personas que pudieran ser objeto de ataques...

Algunas personas vuelven de la selva poco a poco, mas los desplazados de km 51 siguen llegando y dando malas noticias que asustan a la población de Bayenga, que, naturalmente está en vilo.

Un grupo de niños llegó a pie, no acompañados por adultos. El pánico los separó y ahora se encuentran solos aquí en Bayenga... imagino que pronto tendrán noticias de la familia; mientras tanto las familias de Bayenga los acogieron y los alimentaron.

Ayer tarde, a eso de las 17:30h, cuando las familias se reúnen en torno al fuego de la cocina y descansan después de la jornada (aquí anochece siempre en torno a las 18:00 h y no hay luz artificial; amanece en torno a las 5:00 h o las 5:30 h), me di un paseo por el pueblo para saludar, escuchar, ver a los amigos y hermanos... era bonito ver la alegría en sus rostros cuando veían que estábamos aquí.

Una broma, un saludo, una bendición y a otra familia.

Volviendo, ya a oscuras, la gente me conocía fácilmente (el color nos delata) y nos dábamos las buenas noches invocando la protección de nuestro Señor: "¿a dónde iremos? - decían - "el Señor está con nosotros, él nos protegerá".

Esta mañana en la Misa nos mirábamos los unos a los otros y cuando pregunté cómo habían dormido todos se echaron a reír, con nerviosismo pero con el gozo de ver que la paz está con nosotros.

Algunas personas han venido esta mañana a ayudarnos en la construcción de un dormitorio en tapial para los encuentros de formación de los catequistas y los animadores de las comunidades así como de los líderes pigmeos. En la conversación bromeábamos sobre la situación y, el nerviosismo desapareció.

Ahora voy un rato a visitar de nuevo las familias y escuchar noticias. Un abrazo y gracias por vuestras oraciones seguimos en comunión en la misión de nuestro Señor y en el anuncio y la espera de su Reinado, esa nueva humanidad que está llegando, pero que aún no acaba de fraguar.

Andrés


22:08

Hola de nuevo.

Esta tarde hay más gente en el pueblo, algunos todavía con los petates liados y dispuestos a entrar en la selva, otros tranquilizándolos y otros procedentes de km 51 que dan siempre noticias alarmantes.

Es lo de la media botella...

Una pobre anciana volvía de la selva donde había pasado la noche (llovió, para más faena) y me decía: "mi corazón no aguantará muchos viajes más... ¿qué hacer? los esperaré aquí, si vienen".

Los jefes del pueblo (Bayenga) me dicen que por la noche pasaron dos camiones llenos de soldados procedentes de Isiro y algún coche con oficiales. Durante el día, alguna moto circulaba todavía transportando militares hacia km 51.

He encontrado alguna mujer que huía de los rebeldes que querían atrapar alguna chica para aprovecharse de ella o para llevársela a la selva... Ella contaba que ahora 51 está lleno de militares de la armada congoleña y eso hacía que la gente siga huyendo, pues les tienen miedo también: una armada impagada o mal pagada se toma su parte de botín allá donde va, y de eso la gente de Bayenga puede contar muchas historias pasadas y presentes.

En fin, la gente se siente entre el martillo y el yunque.

Los niños que se habían perdido ya han encontrado a sus padres y se han vuelto con ellos no sé a dónde... En general el ambiente esta tarde era de alegría porque no ha pasado nada en Bayenga durante estos dos días, salvo una pequeña venganza de unos militares que no han digerido que un chico rechazara llevarlos en moto a km 51.

Por lo demás bien, los niños corrían y jugaban por las calles, cantando como siempre, alegrando los corazones y sembrando esperanza. Quiero guardar en mi corazón el rostro de cada uno de los niños que, ya cerca de nuestra casa me pedían que repitiera sus nombres, para estar seguros de que los conocía y para que acariciara, una a una, sus cabezas... "¿y éste cómo se llama?"; "no has tocado la cabeza del más pequeño"; "yo me llamo Giselle"... Que Dios os bendiga y os guarde a todos, pequeños mensajeros de paz. Vuestra sonrisa es bendición.

Que Él os bendiga a todos vosotros, amigos y hermanos.

Andrés

5 de febrero de 2013

10:12

Hermanos, ¿cómo va todo?

Aprovecho este medio fantástico para saludaros y pediros una oración por nuestra gente: la población está huyendo a la selva, pues los rebeldes de Morgan están cerca (30 km) y las fuerzas armadas congoleñas han pasado hoy por aquí para combatirlos. La gente teme tanto a los rebeldes como a los soldados.

Parece que los informadores de los rebeldes están ya aquí para ver dónde pueden saquear y encontrar algo que les ayude a retomar fuerzas y comprar armas.

No os alarméis; sólo recemos y pongámonos entre las manos de nuestro Señor como dice la Palabra de hoy. Seguramente no pasará nada si les dejan coger lo que buscan. Ya os contaré.

Un abrazo y una oración.

Andrés


22:21

Por hoy no hay más novedades.

Los rebeldes se han vuelto a la selva, después de haber saqueado lugares claves del poblado minero a 30 km de aquí (dicen que iban guiados por alguien que conocía dónde podían encontrar dinero o cosas de valor).

Los soldados de la armada congoleña llegaron tarde (dicen que esperaron a que los rebeldes se fueran para entrar en el poblado); la población sigue escapando en dirección a Wamba.

Esta tarde di una vuelta por Bayenga para saludar a la gente, que al verme y saber que no habíamos huido se han tranquilizado. He encontrado un grupo de niños que, huyendo de dicho poblado (al que llaman km 51), se han perdido y no saben dónde están sus padres.

Sobre todo las mujeres y chicas jóvenes huyeron sin mirar atrás, dejando hijos, maridos,... todo, pues en otras aldeas, cuando estos rebeldes llegan violan a las mujeres en masa y secuestran a otras...

Creo que mañana las actividades volverán a la normalidad aquí en Bayenga, aunque en km 51 parece que hay un buen destacamento de militares de la armada congoleña, que son también temidos por la población pues ellos también aprovechan estas situaciones para saquear, pues son impagados o muy mal pagados por el gobierno...

Sigamos orando y velando... Hoy la Palabra de Dios nos invitaba: "no temáis, sino confiad."

Un abrazo.

Andrés