martes, 9 de diciembre de 2014

Matrimonio pigmeo

Aquí os presento otra danza, otra ceremonia, que se está perdiendo, pero que cuentan y reviven con orgullo y alegría. Es la danza que "bendice" el "matrimonio por intercambio".

Hace unos días encontré a Bomao algo triste. Al preguntarle me dijo:

- Un chico ha “raptado” a una de mis sobrinas.

- ¿Qué quiere decir esto?
- Que quieren estar juntos, hacer una familia.

- ¿Por qué la rapta entonces?
- Porque la mamá de Msima (así se llama la chica) quería que terminase la escuela primaria antes de formar una familia.

- Ya entiendo, entonces se han puesto de acuerdo y se han ido a escondidas. ¿A dónde?
- Cuando esto sucede, el chico lleva a la chica a su campamento, donde su familia esperará la llegada de la familia de la chica para hablar y darse condiciones. Aunque a menudo la chica se queda con el chico, puede darse también el caso de que la familia de la chica no acepte para nada la unión (alianza) con la familia del chico, y entonces se vuelven al campamento con la chica y se acaba el rapto y el proyecto de familia.

- ¿Siempre sucede así?¿a través del rapto?
- No, antes la familia del chico, después de haber visto una chica simpática, guapa, amable, iba a encontrar la familia de la chica y le decían: “Nos gusta tu hija para nuestro hijo”.
Entonces se ponían de acuerdo y la familia del chico buscaba en el seno de su propio campamento una chica que sería ofrecida como mujer a otro chico del campamento de la novia; así “remplazarían” la chica que vendría.

(Con mayor o menor conciencia, los campamentos pigmeos que conozco intentan conservar su número a través de estos intercambios y otros un poco más complicados que explicaremos más adelante).

- ¿Todo sucede en un solo día?
- No. Una vez que los jóvenes han sido interpelados y han aceptado el intercambio, se procede a las ceremonias, porque son dos. Primero la familia de la primera chica solicitada la acompaña al campamento del chico en la fecha determinada por las dos familias.
Una vez allí, la chica permanece en una choza con otras chicas y mujeres del campamento del chico, hasta el día de la ceremonia.
Durante este tiempo, ella permanece como escondida, se hace una celosía de bambú ante la puerta de la choza, para evitar las miradas; el chico puede entrar y hablar con la chica, pero siempre en presencia de otras mujeres del campamento.
Las mujeres que acompañan a la chica los días previos a la ceremonia la aconsejan sobre el chico, sobre la vida en el campamento, sobre la vida de pareja,...
También le enseñan cómo danzar el día de la ceremonia.
Mientras tanto, los pigmeos de los campamentos cercanos y lejanos que han escuchado la noticia del intercambio, van llegando poco a poco al campamento. La fiesta, la ceremonia propiamente dicha comienza el día en que el jefe del campamento ve que se puede celebrar: la gente ya ha llegado, tienen bastante comida y bebida,...
Normalmente la gente se va agrupando por campamentos a medida que van llegando a la fiesta. Si pasan varios días de espera, pueden hacer su kembelendu (choza de hojas y ramas en forma de iglú) o un hangar con ramos de palma, para protegerse del sol y de la humedad de la noche.
Pasan los días de espera cantando, danzando, buscando algo de comida y bebida para la ceremonia,...
El día indicado, todos danzan. No se coloca el típico bastón de la danza en medio, porque no se busca formar otras parejas, sino celebrar la unión de los dos “elegidos”.
Cuando la danza ha caldeado el ambiente (durante la jornada, no durante la noche) sale la novia de la casa ataviada con plumas de gallina en la cabeza, vestida con dos pequeñas piezas de tela escondiendo su sexo, una delante y otra detrás y por encima de ellas, sobre todo cubriendo sus caderas, tiras de hojas de banana; todo ello atado en torno a una cintura hecha también en fibra vegetal. Lleva el torso desnudo y un pañuelo grande colocado como una bandolera (hay quien dice que representa la maternidad, pues llevamos muchas veces así al bebé). Durante la danza, la novia mueve rítmicamente la cabeza en medio del grupo. Entonces el chico se va acercando a ella también danzando. Bailan así durante un buen tiempo, hasta que se cansan y se sientan en la paillotte juntos, viendo la danza de los demás, que vienen a bailar ante ellos trayéndoles también pequeños presentes..
Después la gente come y bebe y se van dispersando poco a poco. La fiesta termina.
Después de unas semanas de descanso, el campamento del novio acompañará a su hermana o su prima hasta el campamento de origen de su mujer, donde la ceremonia se repetirá paso a paso, como ya he explicado.
Todo sucede en un ambiente de alegría, aunque a veces la chica llora porque cuesta separarse de la familia y de la vida del campamento.

- Pero luego puede seguir viéndose con su familia, ¿no?
- Sí, se visitan y pueden pasar incluso largas temporadas en los campamentos de origen, pero ya sabes que tu campamento es el de tu marido.
Si el marido muere, su familia intentará convencer a su mujer y el hermano menor del difunto para que formen pareja. Darán la mujer al hermano menor del difunto. Pero si uno de los dos no acepta, la viuda puede volver a su campamento de origen o quedarse en el campamento del marido cuidando a sus hijos.

sábado, 1 de noviembre de 2014

La Danza de la Miel

Hola, amigos, hoy os escribo sobre algo que podríamos llamar danza, pero que también tiene algo de ritual, invocación,  oración en el seno del pueblo pigmeo. Pero prefiero no comentarlo sino ofrecéroslo, esta vez sin fotos.

Uno de los alimentos más preciados para los pigmeos es la miel. En torno a él hay incluso una danza, un ritual propiciatorio. Dejo hablar a varios ancianos pigmeos sobre ello:

- Papa Bambinopimba, veo que os gusta mucha la miel.
- Así es, la miel es nuestro alimento, el de los pigmeos.

- ¿Cuál es el periodo de recogida de la miel?
- Cuando los bantús empiezan a recoger los cacahuetes (junio-agosto sobre todo -aclaración mía-).

- ¿Todos los años hay miel?
- Hay años que no hay mucha miel, las abejas se van a otros bosques...

- ¿Qué hacéis entonces?
- Cada año, en cualquier periodo, más sobre todo algunos meses antes de la producción de la miel (abril-mayo especialmente -aclaración mía), hacemos la danza de la miel, para atraer las abejas a nuestros bosques y obtener mucha miel.

- ¿Cuánto dura esa danza?
- Alrededor de un mes. No la puede hacer un solo campamento. Quien convoca la danza busca primero miel en la selva; cuando tiene bastante, empieza a llamar a los campamentos vecinos, para la danza de la miel.

Poco a poco van llegando los miembros de los otros campamentos y empieza la danza. Cada día, sobre todo al ponerse el sol, después de haber comido y bebido, danzamos, niños, jóvenes, adultos, ancianos,...

Los días van pasando y el número de personas va aumentando. La danza va tomando más intensidad. Hasta que quien ha llamado a los otros campamentos ve que ha llegado el momento de terminar la danza. Entonces ese día es anunciado, la gente va a caza, se recogen iñames silvestres, patatas dulces, mandioca, algunas hojas de mandioca y algunas legumbres, quizás un antílope,... ese día se come bien y se bebe bien.

- ¿Qué bebéis?
- Vino de rafia a veces destilado, otras no.

- ¿Cómo hacéis la danza ese día?
- Hay dos momentos importantes:

Primero, el que ha convocado a los otros campamentos hace un agujero en el suelo, en el centro del campamento, donde se bailaba todos los días. En ese agujero se introduce una cacerola con miel, mucha miel. Los hombres de los distintos campamentos disputan entre ellos para ver quién coge antes la miel. Es como una pelea divertida, un juego. El primero que consigue alcanzar la miel es aclamado por todos y su campamento obtendrá más miel que el de los demás en ese año. Acto seguido, todos los demás se abalanzan sobre la miel y unos la comen, otros se la esparcen por el cuerpo, por la cabeza...

Una vez terminada esta competición lúdica, comienza la danza de la miel propiamente dicha. Todo en el mismo día, ya al atardecer. Son los ancianos y los adultos los que participan; también algún joven, para que aprenda el rito.

- ¿Todo en el mismo escenario?
- Sí, se enciende una hoguera en medio del campamento; nos disponemos por campamentos en torno al fuego y el anfitrión vierte un poco de miel en el fuego; acto seguido, mientras danzamos, cada uno empieza a gesticular para atraer el humo de la miel que se quema hacia su grupo, atrayendo así las abejas y su producción hacia su campamento.

- ¿Hay algo más de particular que se haga durante la danza?
- Durante esta última danza vamos con el cuerpo decorado de color rojo (onguue), que extraemos del árbol onguue. Nos decoramos la cara, los brazos, el pecho, las piernas,...

Danzamos con pequeños cuchillos tradicionales y simulamos una pelea mientras danzamos. Cuando acaba esta danza, bien entrada la noche, nos vamos a descansar y por la mañana, poco a poco, nos vamos separando, volviendo cada uno a su campamento.

- Dimanche (es un adulto de otro campamento, un gran cazador), Bambinopimba me ha contado cómo es la danza, pero ¿cómo recogéis la miel?

(Dimanche ríe ante la pregunta).

- Durante nuestros paseos e incursiones en la selva, vamos siempre atentos a muchas cosas, para ver lo que podemos comer o cazar, o recoger; vamos con los ojos atentos a los peligros también.

Cuando uno ve una colmena de abejas puede saber si ya hay miel en él. Entonces hace un signo bajo el árbol, que indica a todo pasajero que esa miel me pertenece. Si es un niño o una mujer el que ve la miel, hace el signo, pero es el papá o el marido quien subirá a por ella.

- ¿La recoges enseguida, el mismo día?

(Dimanche ríe de nuevo).

- No, hay que esperar a que la miel madure, que se vuelva un poco densa; normalmente corresponde a la época de recogida de los cacahuetes.

Entonces, por la mañana, antes del alba, nos levantamos (normalmente han de ser dos o tres los que van a recoger la miel), cogemos unas cuantas ascuas envueltas en unas hojas, un fajo de hierbas, un machete y un hacha, una cesta (esoa) hecha con hierbas y hojas, una cuerda de liana y nos dirigimos a la colmena. Una vez bajo el árbol, uno de nosotros, normalmente el que ha visto la miel, sube al árbol y, poniendo las hierbas sobre las ascuas, comienza a soplar al humo en dirección a la colmena, para aturdir a las abejas.

Cuando ya han respirado bastante humo, se empieza a abrir el orificio de la colmena con el machete o con la pequeña hacha. Las abejas empiezan a picarte por todo el cuerpo, pero tú te aguantas y sigues abriendo el orificio hasta que entra la mano y puedes sacar los pedazos de colmena llenos de miel.

Una vez que la cesta está llena, la haces descender con la cuerda. Los que están abajo tienen que vaciarla rápidamente y tiran de la cuerda para que vuelvas a subirla, mientras tanto las abejas siguen picándote por todo el cuerpo.

- ¿No abandonas y bajas?

(De nuevo ríe).

- No, tienes que resistir hasta que terminas de vaciar la colmena de miel.

- ¿Cómo resistes en el árbol?
- A veces te sujetas sencillamente con una mano, a veces subimos con una cuerda que pasamos por detrás de la cintura o por los muslos de las piernas y estás como sentado.

- Bueno, cuando has terminado el trabajo y bajas, ¿cómo haces para disminuir el dolor de las picaduras?
- Te echas agua en el cuerpo y cuando llegas al campamento te frotas con aceite de palma; el desasosiego disminuye.

- ¿La miel que llevas al campamento es para ti solo y para tus hijos?
- No. Sobre todo cuando estamos en la selva, la miel, como todo lo que cazamos o recogemos, es dividida entre todos. Todos tienen derecho a una parte. Otra parte se venderá en la aldea; pero la primera miel que se recoge es el masaakyio, como sucede con la caza: es consumida sólo por nosotros, los del campamento.

- Gracias, Bambinopimba, gracias, Dimanche. Llamadme este año a una de vuestras danzas para que pueda verla y hacer fotos.
- ¡Claro que sí y a ver si otro día hablamos de la caza!

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los pigmeos y el agua

El agua forma parte importante en la vida de cada persona y pueblo.

Para un pueblo seminómada como el pigmeo, el agua condiciona los desplazamientos, los asentamientos, la alimentación, la higiene, la salud, la creatividad...

Normalmente el pigmeo no permanece mucho tiempo en la selva durante la estación de las lluvias, pues la excesiva humedad produce dolores reumáticos, sensación de frío, micosis, bronquitis,...; los rayos provocan también desastres naturales: árboles que aplastan cabañas, personas que mueren quemadas por un rayo mientras se protegían de la lluvia entre las ramas de un gran árbol... Aún así, hay grupos de pigmeos que permanecen en la selva también durante las lluvias, saliendo solamente para intercambiar productos alimenticios o comprar con el fruto de la caza y de la recogida de larvas y frutos un poco de ropa o incluso una radio.

Mabungu

La gran caza se realiza normalmente durante la estación seca. En cambio la recogida de miel (vehe), de setas (buuo) y de caracoles (lepembe), de frutos secos como el “ngaso” y otros frutos como el mabungu se da sobre todo en la estación de lluvias. Este es también el tiempo de las larvas (ikú) y de las termitas grandes, que llaman esua.

La mujer pigmea, durante las lluvias, hace incursiones en la selva de un día o dos normalmente. En este período ella dedica más tiempo a echar jornales recogiendo frijoles o cacahuetes o sembrando arroz a cambio de un poco de cacahuetes o de habichuelas.

Los pigmeos suelen lavarse en los cauces de los ríos, cuando el sol ya calienta el ambiente, pues no están habituados al frío. A veces usan un jabón artesanal (agbagi). Aprovechan ese momento para lavar también la poca ropa que tienen, incluso la que llevan puesta. Hombres y mujeres se lavan en riachuelos distintos (maipo udhidhiidhi).

(Fabrican el agbagi a partir del aceite de palma y de las cenizas que desprende, ya sea el tronco de la papaya quemado, ya sea el árbol y las cáscaras del plátano. Vierten agua en las cenizas, depositadas en un recipiente agujereado en el fondo; el agua que se desprende de esas cenizas la llaman makali y hace la función de la sosa cáustica en la fabricación del jabón).

A menudo el manantial (éko) de donde beben y cogen agua para cocinar está cerca del lugar de baño, pero bien separados y, evidentemente, corriente arriba.

Los niños pigmeos son los que suelen ir al manantial para coger agua; algunas veces también las jovencitas y las mamás.

El transporte del agua se hace con recipientes diferentes:

  • Una calabaza (okangá -kidjombe- épeé) bien preparada para ello (ya es muy raro verlo)
  • Un ánfora más bien esférica de barro cocido (magbata o bien ékosó) cubierta con hojas y atadas con tallos de hierbas
  • Un bidón de plástico de 5 a 20 litros de capacidad, según el modelo de bidón

Durante la estación seca, una de las actividades preferidas por las mujeres y niños pigmeos es la pesca de pequeños peces (sipe) y cangrejos (makanga) haciendo pequeños embalses (ikika) con el barro de los cauces que se están vaciando de agua por la escasez de lluvias. Sirviéndose de grandes hojas (makenge) achican el agua (kokyekyo maipo) y luego, con asombrosa facilidad atrapan los peces que echan en cestas (ichaai, itúmó) tejidas magistralmente por ellas mismas con lianas (ngopi: ichaai hii ngopi) o con tallos de plantas (ésoa: hecha con hierbas que llaman méchocho) y cubiertas por hojas, para evitar que algún pececillo escape por los pequeños orificios.

Ichaai o itumo
Esoa, elaborado con méchocho

Os presento también fotos de un vaso hecho con una hoja (yachochooko). La pliegan con gran destreza, para convertir la hoja en un pequeño recipiente para beber agua. Así, en cualquier momento y lugar, en medio de sus continuos desplazamientos, el pigmeo puede beber agua sin problemas.

Yachochooko

domingo, 24 de agosto de 2014

Juegos en la selva

"Bueno, y vosotros ¿a qué jugáis?¿cómo juegan vuestros niños?" -pregunté a Bomao.

"Los niños juegan a imitar a los mayores.

Hay lianas que parecen una red de caza (mtapíi), así que a veces los niños buscan estas lianas y organizan la caza entre ellos imitando lo que hacemos nosotros; llaman a las niñas, colocan la red, azuzan las presas, haciendo ruido, alguno se esconde haciendo de antílope que se lanza contra la red y queda atrapado mientras sus amigos hacen como si lo remataran y lo transportan, cazado, al campamento.

Otras veces organizan concursos con el arco y las flechas, colocando hojas o tallos gruesos en lo alto de una rama, otras veces atan una cáscara de banana a una liana de unos 3 metros de largo, y mientras uno corre tirando de la cuerda, los demás intentan dar en el blanco...

Las niñas imitan a las madres preparando la comida, cuidando a los niños o haciendo la casa de ramas y hojas (kembelendu). Llaman también a los niños para que les ayuden a preparar el terreno como lo harían los papás,... La niña llama a su amigo: "ven, ayúdame a hacer nuestra casa porque sola no consigo terminar en el día"; entonces el niño le ayuda a limpiar el terreno de hierbas y a entrelazar las ramas del kembelendu.

A veces los papás les arreglan un columpio (múkúdo) con una liana colgada entre dos árboles (ngopi). Ese día los niños olvidan hasta la comida, tanto les agrada jugar en ese columpio.

Hay un fruto llamado mbau, en el interior de unas grandes vainas a modo de habichuelas gigantes. Los niños mayores o los padres extraen este fruto, que es más o menos circular y aplastado, y lo recortan a modo de peonza, clavándole un palito a modo de eje que los niños tirarán hasta cansarse haciéndolo girar con la frotación de sus manos. Otras veces, habiendo atravesado el fruto con un palito, pasan la fibra de las hojas de maíz en medio del fruto y después de haber enrollado sobre sí misma esta fibra, tiran de los dos extremos provocando la rotación del pedazo de mbau, que silba al mismo tiempo de un modo divertido para los niños.

Otras veces atrapan un insecto volador y lo atan por una pata, paseándolo mientras observan sus movimientos, o bien le atan un pedacito de fibra de una hoja, para observar hacia dónde se dirige cuando lo liberan..."


Vaina de mbau y frutos 
Elaboración de una peonza de mbau
Mbau

sábado, 26 de julio de 2014

El pigmeo y su red de caza

Los pigmeos son grades cazadores. Podemos decir que ésta es una de sus actividades principales.
Utilizan varias técnicas para ello. Hoy quiero hablaros de la red.
Una de las actividades de las mujeres durante la estación de lluvias es cortar los tallos de ngosa, planta de la cual se extrae la fibra con la cual elaboran la red. He aquí el proceso:
  • Las mujeres localizan la ngosa en sus desplazamientos cotidianos por la selva. Cuando los tallos son ya largos pero no muy rígidos, normalmente durante la estación de las lluvias, cortan unos cuantos, los secan al sol y luego los retuercen hasta sacar las fibras de ngosa.
Danganabo se prepara a corta la ngosa Ngosa
  • Una vez extraídas estas fibras, la mujer (aunque también el hombre), las trenza con un movimiento hábil de frotación de las fibras sobre su pierna. Cuando el trozo de fibra termina, se enlaza con otro, siempre con la misma técnica, hasta formar un ovillo de unos 20 cm de diámetro (muké en lengua ebhedhabedha). A este trabajo lo llaman Kotiyo ngosa
Kotiyo ngosa Kotiyo ngosa
  • Cuando se tienen varios ovillos de cuerda, comienza el trabajo del trenzado de la red (maía). Este es trabajo de los hombres, que clavan varios bastones en el suelo, que les sirven como telar para trenzar la cuerda con una velocidad asombrosa, hasta conseguir una red de unos 2 metros de alto por unos 20 de ancho.
Extendiendo la red
Cuando llega la estación seca, hay ya varias redes listas en el campamento. Un día se ponen de acuerdo entre ellos y parten con las redes. Los hombres las transportan al lugar de la caza. Les acompañan todas “las fuerzas” móviles (capaces de correr): niños (baana), mujeres (booi), jóvenes (bandambo), hombres adultos (baguwe), perros (enva)... Esta operación puede durar días, semanas, meses, según la fecundidad de la caza.
Epa transporta su "maía"
Los perros son muy importantes para azuzar a los animales delatando su posición. Llevan una especie de cencerro de madera (étoo en lengua kidjombe; ndele en lengua ebhedhabhedha), que asusta a las presas y orienta a los cazadores. Los más cercanos al animal comienzan a correr detrás de ellos, guiándolos hacia la red donde otros esperan a veces, con arco y flechas en la mano, para rematar las presas antes de que destruyan la red. Una vez allí, unen las redes, llegando a abarcar en algunas ocasiones hasta 100 metros de ancho por dos de alto.
"Enva no étoo": perro con cencerro de madera
Mientras acompañan la carrera de los hombres, las mujeres hacen ruido y aprovechan también para observar durante todo el recorrido lo que pueden recoger después de la caza: champiñones (buuo), larvas (ikú), caracoles (lipembe), frutos (mbado), miel (vehe), ratas (mama wa mbabu), armadillos (onga) y otros pequeños animales que forman parte de su dieta cotidiana en la selva.
Cuando llegan a la red, las mujeres ya llevan lianas, cestas y hojas para transportar las presas. Cada presa pertenece al propietario del trozo de red en el cual ha quedado atrapada, pero no la consumirá entera. Llegando al campamento, repartirán el fruto de la jornada de caza y, aunque unos tendrán derecho a pedazos más grandes que otros, todos en el campamento comerán esa tarde algo de lo cazado y de lo recogido.
La primera caza la llaman masakyio, y no la venden ni la ofrecen a gente de fuera del campamento. Es una especie de rito, no religioso; una tradición que viven con un poco de picaresca y de alegría, visto que muy a menudo los bantúes se apropian de alguna pieza de caza en virtud de derechos basados en la ignorancia de los pigmeos y, si la compran, no pocas veces engañan al pigmeo con los precios.

miércoles, 23 de julio de 2014

Los colores del mundo pigmeo

Con esta entrada me gustaría comenzar una serie de pequeños textos que presentan algunos aspectos de la vida del pueblo pigmeo.
Seguramente habrá que completar progresivamente, pues no teniendo la costumbre de sintetizar sus propios elementos culturales, el pigmeo no llega a dar respuestas complexivas sino que deja siempre la puerta abierta para completar en otra ocasión.
Hace unas semanas pregunté a un grupo de ancianos sobre los colores que conocen y ellos me respondieron así:
  • Cuando un pigmeo tiene la piel clara decimos: a ngbomgbou (es rojo); en cambio, cuando un pigmeo tiene la piel oscura decimos: a bongyisi (es negro).
A ngbomgbou (es rojo) A bongyisi (es negro)
  • Usamos el color blanco de la arcilla del río para indicar que estamos de luto (didiima). Lo llamamos “tomo”.
    Tomo
  • Para la fiesta usamos el color rojo que extraemos frotando dos trozos de madera de un árbol de la selva (entre los dos trozos ponemos un poco de arena para que extraer bien el color). Este color extraído así lo llamamos onguue (así se llama también el árbol).
    Onguue
  • Usamos el color negro que extraemos de las semillas de un fruto de la selva, mezclado con un poco de carbón vegetal, para decorar nuestro cuerpo. Esto lo hacemos ordinariamente, no sólo durante las fiestas. A este color lo llamamos ibhii (es también el nombre del fruto).
    Ibhii Mezcla de ibhii con carbón
    Ibhii

viernes, 18 de julio de 2014

17 de julio de 2014

Hola, amigos. Como ya imagináis, todo este tiempo sin escribir corresponde a cambios y a una búsqueda de una nueva organización de tiempo, personas, espacios...

Creo que al última vez que escribí en el blog anunciaba la venida de un equipo misionero desde España, en vistas a intentar imaginar un modo de colaborar entre las dos regiones (España y el norte del Congo).

Antes y después de su llegada ha habido cambios.

Fundamentalmente ha habido una disminución de personal en nuestra misión de Bayenga (Flavio es ahora el responsable del grupo norte y reside en Isiro). Esto ha supuesto una reorganización del trabajo y del equipo pastoral.

Evans es ahora párroco y superior de la comunidad y yo soy el responsable de la pastoral pigmea y de la economía. Un seminarista, Cyrille -diácono desde el 6 de julio-, está haciendo unos meses de servicio con nosotros y nos ha echado una mano fuerte sobre todo en la escuela secundaria.

La nueva situación me ha empujado a redimensionar nuestra presencia entre los pigmeos:

Con realismo acepto que no puedo llegar a todos los campamentos ni con la misma intensidad.

Nuestra opción de vida en comunidad condiciona también una presencia más estable en uno o varios campamentos.

Creo que esta pastoral debe hacerse en equipo, así que intento crear este equipo reduciendo el número de los animadores bantúes a tres o cuatro (muchos no se comprometían que a ratos perdidos...) e intento implicar más pigmeos en el camino, para que poco a poco puedan animar ellos mismos el proceso de su pueblo.

Opciones de trabajo

Educación

  • Seguir acompañando las escuelas mixtas bantú-pigmeos que la diócesis ha creado.
  • Crear una escuela de alfabetización para los niños y quizás también adultos no escolarizados
  • Esta escuela duraría una hora diaria, temprano, y en ella se aprendería a leer, escribir y calcular a partir de los valores culturales del pueblo pigmeo
  • Sería en la medida de lo posible en una de las lenguas que los pigmeos usan en nuestra parroquia. Los temas serán preparados a partir de la recogida de materiales que ellos mismos elaboran escuchando tradiciones y describiendo actividades de su pueblo
  • La traducción de estos materiales será enviada a España y allí, un equipo de pedagogos voluntarios se han ofrecido para reelaborarlo según las edades...
  • Una vez que el material vuelve a Bayenga, retraducimos y comenzamos la escuela
  • Ésta estará localizada al interno de un campamento. La primera estará en un campamento de Bayenga: Ango, para facilitarme el seguimiento personal al menos un día por semana

Salud

  • Continuamos la asistencia sanitaria básica en Bayenga
  • Financiamos las operaciones de hernia, apendicitis, fibromas, quistes
  • Financiamos los partos de madres pigmeas en los dispensarios que el estado tiene en el territorio de la parroquia
  • Comenzamos la experiencia de una asistencia itinerante:
    • Acompaño a una enfermera pigmea a un campamento más o menos céntrico en la zona, donde acuden los pigmeos de unos 4 o 5 campamentos
    • La enfermera (se llama Bomao) comienza con un poco de formación sobre higiene y salud
    • Después de la formación comienza la consulta de los enfermos, mientras yo me encuentro con los jefes de los campamentos y con los hombres para hablar de organización y otros temas que ellos quieran tratar

Evaluación

La mayor parte de las actividades que llevamos a cabo son una continuación del camino trazado durante años por la comunidad de Bayenga y en los últimos cuatro años por P. Flavio. Siguen dando su fruto aunque ahora tenemos menos fuerza para seguirlas. Esto indica que tienen buenos cimientos.

La experiencia de la escuela de alfabetización (que llamamos kalasi chwa) y de la clínica itinerante son muy recientes y no oso evaluarlas aún; no obstante no resisto a callarme la primera impresión que me están dando: más se implican los pigmeos en este proceso y más será suyo, más duradero será, aunque con ritmos y formas suyos.

Me gusta lo que veo y puedo decir que me está apasionando este nuevo paso.

Vamos a ver lo que dura.

Un saludo a todos.

Andrés

miércoles, 26 de febrero de 2014

25 de febrero de 2014

Hola, amigos.

Hace unos dos meses que no escribo, y no sé por dónde comenzar. Voy a contaros cosillas a partir de lo más cercano en el tiempo. A ver cómo se me da.
  • He llegado tarde a casa hoy, como muchos días... (parece que la pobreza y las dificultades no entienden de horarios). Josefina (Josephine) no tiene fuerzas para ponerse de pie. Tiene unos 40 años, ha perdido la cabeza (quizás secuela de una malaria cerebral...). Casi desnuda, sucia, padece una fuerte disentería que la está dejando en los huesos.... Una señora de la parroquia, Gilberta, la está siguiendo: la lava, comparte con ella la comida, lava su ropa,... Un grupo de mujeres de la CEB (Comunidad Eclesial de Base) la está ayudando. Es bonito. Es Buena Noticia. Signo del Reinado de Dios en sus corazones.

  • Creo que fue el 14 de este mes (febrero), cuando fui al dispensario a visitar a Andrés Misa, un pigmeo anciano que ha sufrido un accidente y tiene una doble fractura en sendos huesos de la pierna. Va un poco mejor y dentro de poco volverá a casa.

    Los pigmeos están acostumbrados a dormir con el fuego encendido en medio de la choza, así que no quieren dormir en el edificio de ladrillos del dispensario, pues sufre el frío de la noche (techos altos, imposibilidad de hacer un fuego en el dormitorio común,...) así que los organizamos para construirse chozas en los alrededores del dispensario (de acuerdo con los enfermeros) y pasan allí su hospitalización.

    Cuando fui a ver a Andrés me encuentro que una ONG ha destruido tres habitaciones de las seis que habían construido los pigmeos, para construir un nuevo pabellón de ladrillo.

    Aunque había espacio suficiente para construir de otro modo, los miembros de la ONG, el médico responsable de la zona de salud, los jefes tradicionales (“propietarios” de los pigmeos) y otras autoridades administrativas no han visto ningún problema en destruir esas chozas...
    el caso es que, no habiendo construido nada previamente para indemnizar la “expropiación”, ahora nos encontramos con un enfermo de tuberculosis, un enfermo operado de hernia, otro inmovilizado a causa de una fractura, una mamá que tiene una amenaza de aborto y los familiares respectivos que los cuidan (niños y adultos), que comparten tres habitaciones de 2x3 metros

    He hablado con las autoridades y me dicen que necesitan tiempo para comprender lo que ha sucedido y ver qué solución dar. Evidentemente, después de años con la misma música, eso quiere decir: "¡que se construyan otra choza!"

    No tenemos dónde acudir, pues son ellos,los representantes del gobierno, los que han autorizado la destrucción de las chozas. ¿Cómo motivar de nuevo a poblaciones nómadas para que construyan otras chozas...? ¿cómo seguir motivándolos para que frecuenten el dispensario en lugar de dejarse morir en la selva...?

  • Otra noticia, esta más alegre: en las visitas a los campamentos veo que algunos
    grupos se están animando a invitarme a seguirles al interior, en sus campamentos de la foresta. Será una buena ocasión para entrar un poco más en su mundo. Veremos cómo y cuándo se da. Ya os escribiré.

  • Estamos preparándonos también para acoger a Silvio, José Luis, Antonio, Paco y Fini, que vienen a visitarnos dentro de unos meses. Será tiempo de fiesta, de encuentro, de compartir y de programar. Contamos ya los días.
Un saludo a todos.